La estación de Santa Apolónia es una de las estaciones de tren más antiguas de Portugal, ya que fue inaugurada en 1865 en un edificio donde había un convento. Originalmente planeado como estación de ferrocarril y fluvial, es un importante punto de conexión para los viajeros que visitan la capital portuguesa.
Su fachada es de estilo neoclásico. La nave de la estación tiene 117 metros de largo, más de 24 metros de ancho y 13 metros de alto. Los materiales para su construcción fueron, sobre todo, mampostería de ladrillo, mampostería caliza, hierro forjado, madera de pino y vidrio. Infraestruturas de Portugal gestiona actualmente la estación.
La estación de Santa Apolónia fue punto de paso de millones de emigrantes que, en los años 60 y 70, llegaban y partían hacia Francia o Alemania en busca de una vida mejor. Así, en 1981, frente a la estación de tren, se inauguró el monumento al emigrante, una escultura en bronce de Dorita Castel-Branco.
Enquanto estação de comboios, Santa Apolónia perdeu importância após a inauguração da Gare do Oriente, em 1998, mas continuam a passar por ali centenas de milhares de pessoas por ano. Desde 2007 é também a estação final para uma das linhas de metro de Lisboa, encontrando-se localizada muito próxima do terminal de cruzeiros.
Desde 2022, el hotel de cinco estrellas The Editory Riverside Santa Apolónia ocupa parte de la estación con un total de 126 habitaciones que aluden al tema del patrimonio ferroviario portugués.